Camina por Fe, No por Vista: Un Llamado a Vivir Con Confianza en Dios. 2 Corintios 5:7
En el transitar de la vida, a menudo nos enfrentamos a momentos llenos de incertidumbre. Las dificultades, los desafíos y las decisiones importantes nos invitan a cuestionar el futuro, a dudar de nuestras capacidades o a caer en la desesperanza. Es en estos momentos cuando nos encontramos con un poderoso recordatorio en las Escrituras: "Porque por fe andamos, no por vista" (2 Corintios 5:7).
Este versículo, que parece simple a primera vista, es un principio transformador que nos llama a vivir de una manera distinta a como normalmente lo haríamos. En una sociedad que valora la seguridad, la certeza y la evidencia tangible, vivir por fe puede parecer un concepto difícil de entender, mucho menos de aplicar. Pero la realidad es que caminar por fe es precisamente lo que nos permite vivir con esperanza, incluso cuando no podemos ver el panorama completo.
La Fe: Más Allá de Lo Visible
Cuando pensamos en "ver", nuestra mente naturalmente se dirige a lo tangible, lo que nuestros ojos pueden percibir. Sin embargo, la fe nos invita a mirar más allá de lo físico, a confiar en lo invisible. En el contexto cristiano, caminar por fe no significa vivir de manera ciega, sino que implica una confianza profunda en lo que Dios ha prometido.
¿Qué significa caminar por fe?
Caminar por fe no significa ignorar las circunstancias que nos rodean o hacer caso omiso a las dificultades. No, caminar por fe es reconocer que aunque no vemos la solución inmediata, confiamos plenamente en que hay un propósito detrás de cada desafío. Es tomar decisiones no basadas en lo que es visible, sino en lo que Dios ha prometido a lo largo de las Escrituras.
La fe es lo que nos permite avanzar en medio de la tormenta, lo que nos da la fuerza para seguir adelante cuando los vientos de la duda intentan detenernos. Es confiar en el plan perfecto de Dios, aunque no podamos verlo de inmediato.
Fe en Acción: El Ejemplo de los Protagonistas Bíblicos
A lo largo de la Biblia, encontramos innumerables ejemplos de personas que caminaron por fe. Desde Abraham, quien dejó su hogar y su tierra sin saber exactamente a dónde iba, hasta Moisés, quien condujo al pueblo de Israel a través del desierto, sin ver la tierra prometida, estos personajes nos muestran cómo la fe no solo es creer en lo que no se ve, sino también actuar según esa creencia.
Abraham, por ejemplo, fue llamado a abandonar todo lo que conocía para ir a un lugar que Dios le mostraría. Su obediencia no estuvo basada en lo que sus ojos podían ver, sino en la confianza que tenía en la voz de Dios. Así, Abraham es llamado "el padre de la fe" (Romanos 4:11). Este mismo tipo de fe se ve en cada uno de los grandes héroes de la fe, quienes, al no ver la promesa cumplida de inmediato, actuaron como si ya lo estuvieran viendo.
Vivir Por Fe: Un Estilo de Vida en Confianza
La vida cristiana, en su núcleo, es una vida de confianza. La fe no es solo un acto momentáneo, sino una forma de vivir. Nos invita a cada día entregar nuestras preocupaciones, dudas y ansiedades a Dios, y caminar con la certeza de que Él está con nosotros en cada paso.
Cuando nos enfrentamos a una situación difícil, la fe nos da paz en medio de la tormenta. Nos da la valentía para continuar cuando todo parece incierto. Y nos permite confiar en que, aunque no podamos ver el futuro, sabemos que el Señor tiene control sobre todo.
Conclusión: La Fe Como Nuestro Faro de Esperanza
Hoy, el llamado es claro: camina por fe, no por vista. No dejes que lo que ves con tus ojos determine tu camino. En lugar de enfocarte en las dificultades inmediatas, mira más allá, hacia el futuro que Dios ha prometido. La fe es lo que te mantendrá firme cuando las olas de la vida intenten derribarte.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a una decisión difícil o una prueba que no entiendas, recuerda este versículo de 2 Corintios 5:7. No necesitas tener todo resuelto para dar un paso. Solo necesitas fe para caminar.
Cree en lo que no ves, porque lo invisible es más real de lo que imaginas.