El enemigo quiere que vivas escondido, pensando que no eres suficiente. Pero Dios te llama a brillar, no por orgullo, sino para reflejar Su gloria.
Lectura: Mateo 5:14–16
“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse… así alumbre su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo.”
Reflexión:
Tu historia importa. Lo que has vivido, lo que has vencido, incluso lo que aún estás procesando, puede ser la chispa que inspire a alguien más.
Dios no busca lámparas perfectas, busca corazones dispuestos a iluminar incluso con grietas. La luz más hermosa suele salir por las heridas que Él ha sanado.
Acción:
Haz hoy algo que refleje el amor de Dios: ayuda a alguien, envía un mensaje de ánimo o comparte tu testimonio. Brillar también es servir.